Piratas de Silicon Valley nos lleva a los años 70. Fue entonces cuando tuvo lugar el origen de la historia del ordenador. Aquí encontramos dos grupos de amigos que hicieron una gran fortuna con el gran invento del ordenador. Por un lado, tenemos a Steve Jobs y a su amigo Steve Wozniak. Jobs convenció a Wozniak para fabricar grandes cantidades del ordenador que habían construido, venderlas y así enfrentarse a IBM. Además consiguieron piratear el ratón y la interfaz gráfica creados por XEROX. Crearon la empresa Apple y se convirtieron en jóvenes emprendedores. Por otro lado, estaba el otro grupo de amigos, otros estudiantes universitarios como los primeros. Este grupo estaba formado por Bill Gates, Paul Allen y Steve Ballmer. Estos chicos no tuvieron tanta suerte como los anteriores. No obstante, lograron convencer a IBM de que necesitaban un sistema operativo para sus ordenadores. Aceptaron el acuerdo y el sistema operativo recibió el nombre de QDOS y gracias a él nació Microsoft. No obstante, este último comenzó a quedarse anticuado y Gates consiguió entrar a Apple para plagiar la nueva joya que saldría al mercado, el Macintosh.
En Asalto Final (Hackers 2) además de conocer lo que sucedió, aprenderemos una serie de conceptos muy relacionados con la informática. Kevin Mitnick, un cracker informático es perseguido por las autoridades al romper la libertad condicional. En una rueda de prensa del hacker Tsutomu Shimomura, Mitnick averigua que el código Nokitel convierte los teléfonos móviles en escáneres que permiten escuchar conversaciones ajenas mediante radiofrecuencia. Kevin entra en los registros de información del hacker para vaciarlos y consigue acceder a Contempt, un software que puede destruir cualquier fuente informática. Cuando el FBI detiene a Kevin Mitnick este ya ha encontrado el código Nokitel y ha descifrado el sistema Contempt tras colarse en los ordenadores de la Universidad de Carolina del Norte.
En estas películas hemos podido ver que los robos, plagios y demás artimañas para conseguir el poder están a la orden del día y, que una gran idea siempre puede llevarnos del anonimato al más vertiginoso éxito.
CAROLINA NIETO GARCÍA